sábado, 7 de enero de 2012

El Cholo no ha cambiado.

Llegó el Cholo al Calderón como si de un guía espiritual se tratase. Muchos ven en él al salvador de un equipo a la deriva. Y Simeone dotará de espíritu al equipo, pero el Cholo no es un mago. Por eso, no podemos esperar ni Europa League ni Supercopa ni nada que se le parezca. Primero porque la situación es mucho más delicada que hace dos años, y segundo, y más importante, porque no hay jugadores para ello: ni Diego, ni Arda, ni Falcao pueden compararse con los Forlán, Agüero, Simao y Reyes de aquel momento.

Todos los seguidores colchoneros, que no hubieran visto ningún partido de un equipo al que dirigiera Simeone, una vez finalizado el encuentro en Málaga, se les habrá quedado cara de: "¿Tanto bombo para esto? Bien, pues si intentamos recordar cómo era el Cholo en el césped, podremos llegar a la conclusión de que su planteamiento futbolístico se parece bastante a la forma de jugar que tenía.

Al Cholo, cuando defendía la camiseta rojiblanca, no se le pedía que hiciera rabonas ni chilenas. Se le pedía esfuerzo, compromiso, garra, entrega... Y eso es lo que pide a sus equipos. Por eso, hoy el Atlético ha saltado a la Rosaleda con esa idea (que puede gustar más o menos).

Durante los primeros minutos, el Málaga pareció controlar el partido, pero poco a poco, los de Simeone consiguieron evitar las llegadas de Cazorla y compañía. A partir de entonces, el Atlético consiguió llevar el partido a su terreno. No jugó, cierto. Pero tampoco dejó jugar. Por ello, el partido no pasará a la historia del fútbol por el derroche de calidad de ambos equipos, pero sí que se puede sacar la conclusión de que el Atlético tendrá la seriedad defensiva que le ha faltado durante estos últimos meses.

El partido se lo pudo haber llevado cualquiera, puede que por ello, el empate haya sido lo más justo. La sensación que dejó el Atlético fue que defensivamente a pasado de ser una ruina a ser un equipo serio. En ataque es otra cosa. Porque el esquema ha pasado de 4-3-3 a 4-5-1, lo que significa que Falcao se vestirá con el traje que ya usó Torres hace varios años. Por otro lado, Arda y Ardián tendrán que ganarse el puesto a base de saber adaptarse a lo que pide Simeone (posiblemente el turco lo tenga más fácil). 

Sin embargo, el principal problema contra el que tienen que luchar Simeone y el Atlético es el tiempo. Tienen la segunda vuelta para remediar todos los errores cometidos durante la primera. Mientras, la afición, espera a un líder que les saque de la depresión en la que se encuentran, y Simeone ahora mismo no lo es, pero puede ser un buen psicólogo que les ayude a recuperar la esperanza perdida.

Pero la conclusión es que el avance de los equipos débiles (como era el caso del Atlético) comienza por mantener su portería a cero, y así ha sido. El próximo domingo, en el Calderón, debe haber mejoras (ofensivas principalmente). De momento, el comienzo no ha sido malo, pero queda aún mucho camino por recorrer.